Si bien los votantes han expresado su relativa falta de interés en la política trans, la ex presentadora de Fox News la ha convertido en una prioridad personal. (Gráfico de Andrea Austria para Media Matters)
En el debate de las primarias presidenciales republicanas del 6 de diciembre, la presentadora Megyn Kelly utilizó su papel de moderadora para desafiar al exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie por su oposición a una prohibición federal de la transición de genero para menores, una tendencia de la ex presentadora de Fox News de intentar radicalizar aún más el campo del Partido Republicano en un tema ya polémico.
En un largo intercambio, Kelly primero le preguntó a Christie: “¿No estás demasiado fuera de sintonía en este tema para ser el candidato republicano?”. El candidato respondió que su oposición a las prohibiciones médicas se debía a su creencia en los derechos de los padres.
Kelly continuó con la acusación de que Christie firmó una legislación en 2017 que exige que las escuelas “acepten la identidad de género preferida de un niño incluso si los padres del menor se oponen” y afirma que “las escuelas no tienen el deber de notificar a los padres si su hijo o hija cambia de identidad de género”.
La respuesta de Christie fue mal recibida por las figuras de los medios de derecha; Matt Walsh, personalidad del Daily Wire, lo llamó “estúpido cobarde” y “repugnante degenerado”. “Descalificante”, añadió la fundadora de Libs of TikTok, Chaya Raichik .
Christie firmó dos leyes pro-trans en 2017, incluida una ley para proteger a los estudiantes transgénero, como lo acusó Kelly de hacerlo. “Al igual que lo hizo con la prohibición de la terapia de conversión, el gobernador Christie adoptó una postura a favor de los jóvenes LGBT en Nueva Jersey al firmar esta importante legislación”, escribió Garden State Equality en un comunicado en ese momento. Pero como dijo Christie en el debate, las orientaciones exigidas por la ley de educación no se emitieron a las escuelas hasta 2018, después de que Christie dejara el cargo.
La incitación de Kelly no fue necesaria para que los candidatos se sumergieran en una vil retórica anti-LGBTQ. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, comenzó con un discurso sobre su historial en cuestiones trans, y luego acusó a los terroristas de Al Qaeda de usar “vestidos largos para hombre”, mostrando su dedicación de garantizar que todos los que lo rodeen estén siempre vestidos como él determina que deberían estarlo en todo momento. Por su parte Vivek Ramaswamy lanzó la extraña acusación a la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, de hacer un vídeo de lanzamiento que “sonaba como un anuncio progre de Bud Light hecho por Dylan Mulvaney “.
El debate tampoco se centró en las grandes promesas de los candidatos de limitar los derechos de las personas trans. Haley llamó a las mujeres trans en los deportes femeninos “el problema de las mujeres de nuestro tiempo”, sugiriendo que adoptaría una legislación para prohibir la inclusión trans en los deportes, mientras que Ramaswamy prometió secuestrar los fondos federales para carreteras si los estados no prohíben la transición médica para menores de edad.
Esta no es la primera vez que Kelly ha desafiado a los candidatos republicanos para que adopten posiciones más estridentes en contra la igualdad de las personas trans. En una entrevista en septiembre, la anfitriona de podcast, famosa por declarar que Santa “simplemente es” blanco, intentó presionar al expresidente Donald Trump sobre la cuestión de si un hombre “puede convertirse en mujer”.
Kelly tiene una larga historia de extremismo anti-trans: dice que aceptar niños trans causa “confusión” a otros niños, califica la atención de afirmación de género como “una forma extraña de terapia de conversión” y se ha burlado de la apariencia de un recluso transgénero.
En múltiples elecciones recientes, los votantes han catalogado las cuestiones LGBTQ como tema de baja prioridad, y el “tsunami rojo” de candidatos que agitaban contra la inclusión trans no se materializó en las elecciones locales de 2022.
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