Javier Milei (Captura de pantalla vía YouTube)
El presidente argentino, Javier Milei, ha cumplido una de sus promesas de campaña, que es eliminar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.
Milei asumió el cargo el 10 de diciembre. Derrotó al entonces ministro de Economía, Sergio Massa, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del país que tuvo lugar el 20 de noviembre.
La controvertida decisión presidencial de eliminar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad tiene como objetivo reconfigurar la estructura gubernamental, adjudicando las responsabilidades de cartera a la ministra de Capital Humano, Sandra Viviana Pettovello.
El decreto ordena que “los compromisos y obligaciones que asuma el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad estarán a cargo del Ministerio de Capital Humano”, con la transferencia de créditos presupuestales, unidades organizativas, bienes y personal. Esta reorganización también elimina los Ministerios de Educación, Cultura, Trabajo y Desarrollo Social en medio de una inflación vertiginosa, un aumento de la pobreza y la inestabilidad política y económica.
Este cambio radical se produce cuatro años después de que el entonces presidente Alberto Fernández creara en 2019 el Ministerio de las Mujeres, Diversidad y Género. La resolución, frimada por Milei y publicada en el Diario Oficial, ha creado una nueva estructura de gobierno que ha generado preocupación, especialmente entre los activistas de derechos LGBTQ en el país que ha estado a la vanguardia de la ampliación de los derechos de las minorías sexuales y de género.
El nuevo congresista Esteban Paulón, un activista de larga data que representa a la provincia de Santa Fe, criticó la decisión de Milei.
“Una de las prerrogativas del presidente es dictar su propia ley de ministerios para ordenar la gestión del gobierno”, dijo Paulón al Washington Blade. “De 18 ministerios existentes se reduce a nueve o 10, y obviamente uno de los ministerios que se elimina es el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad”.
Paulón señaló que esta decisión refleja la visión de Milei de estos temas como “gastos políticos superfluos”, enviando un mensaje claro de que no serán una prioridad para su administración.
“El presidente decidió dar su primer discurso de espaldas al Congreso, ignorando un Congreso que está muy fragmentado y con el que necesita dialogar si quiere aprobar algunas de las leyes que impulsa”, dijo Paulón. “Este comienzo no ha sido un buen augurio en el 40 aniversario de la democracia”.
Paulón agregó que esta situación “suma mucha incertidumbre y preocupación”.
El congresista también reiteró sus preocupaciones sobre el futuro de las políticas de género y diversidad sexual en Argentina.
“Aún no está claro en la estructura del Estado dónde quedarán esos empleos que hoy existen, que se crean. No está resuelto”, dijo Paulón. “Tendremos que ver cómo evoluciona el tema, pero por ahora hay silencio por parte del gobierno al respecto”.
Paulón destacó además la importancia de defender políticas que beneficien a las personas LGBTQ.
Dijo que estas políticas no sólo son relevantes para las personas LGBTQ; pero también se aplican a la lucha contra la violencia de género, los feminicidios, la inclusión laboral y social de la comunidad transgénero y otras desigualdades y la implementación de la cuota laboral trans. Paulón concluyó que la pérdida de institucionalidad no sólo implica la falta de recursos por parte del Estado, sino también la ausencia de un mensaje claro sobre la importancia de estos temas en la sociedad.
“Esto es una vergüenza enorme porque la verdad es que estas políticas son muy necesarias, primero porque sabemos que hay temas vinculados a las desigualdades de género y esto obviamente incluye la perspectiva de la disidencia que tiene un impacto concreto en la vida cotidiana de las personas, los cuidados. políticas, violencia de género, el tema de la economía feminista, obviamente todo lo que tiene que ver con la inclusión laboral y social del colectivo LGBTIQ+”, dijo.
“Son temas sumamente relevantes que se pierden al perder institucionalidad porque el Estado deja de asignar recursos, deja de invertir y sobre todo deja de enviar un mensaje claro a la sociedad de que son temas relevantes”, agregó Paulón. “Son temas que el Estado tiene que afrontar y la sociedad tiene que comprometerse a modificar, y la verdad es que si no luchamos contra la estructura del patriarcado tan asentada en el capitalismo, no podremos luchar contra tanta muchas otras desigualdades”.
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