Dependiendo de tu algoritmo de Instagram, es posible que ocasionalmente hayas visto imágenes de personajes masculinos heterosexuales de cómics y manga besándose.
Si esto te ha sucedido, es posible que hayas estado expuesto al complejo y fascinante mundo de “BL”. Abreviatura de “Boys’ Love”, este término japonés se refiere a mangas, webcomics u otras formas ficticias de entretenimiento que muestran una representación erótica o sexual entre dos o más individuos masculinos.
A finales de los años 1970, el nacimiento de revistas especializadas dedicadas al floreciente género BL alcanzó una etapa trascendental. Keiko Takemiya y Kaoru Kurimoto, reconocidos como precursores del género, se destacaron como autores visionarios al publicar narrativas que abrazaban abiertamente la homosexualidad. En 1976, la innovadora serie de manga de Takemiya, “Kaze to Ki no Uta”, sentó un precedente crucial al explorar explícitamente las relaciones sexuales entre hombres, desencadenando así el desarrollo de este subgénero romántico de cómics con contenido sexual explícito y dando origen al “fujoshi”, femenino. fanáticos de BL.
El término “fujoshi” es un juego de palabras que significa “mujer podrida”. Si bien el nombre fue acuñado por los medios japoneses de manera despectiva, fue reclamado por los fanáticos de BL como un símbolo de orgullo, similar a lo que ha sucedido en la comunidad LGBTQ+ con el término queer.
Hoy en día, la popularidad de los mangas y webcomics BL es innegable, particularmente en el ámbito de los webcomics independientes, donde este subgénero romántico domina gran parte del mercado. La serie de Netflix “Heartstopper” es un ejemplo de estos cómics independientes que han ido más allá de la página y se han convertido en una de las adaptaciones más reconocibles del servicio de streaming.
BL no sólo es popular entre los consumidores. También es uno de los subgéneros románticos más populares entre los creadores de webcomics aficionados, como los de América Latina. Las cinco series románticas más importantes de la región en la plataforma CANVAS en español de WEBTOON, donde los usuarios suben trabajos, están dominadas por historias BL. La mayoría están escritos por mujeres heterosexuales.
Esta es una de las curiosidades más sorprendentes y posiblemente problemáticas que rodean a BL. Es un género de historias sobre hombres homosexuales escritas por mujeres para mujeres que, como señala Masaki Satō, un escritor gay que criticó el género en una carta abierta, puede resultar en una descripción inexacta de los hombres homosexuales que refuerza la naturaleza perversa de misoginia y puede objetivarlos de maneras inquietantes.
Algunos de estos aspectos se reflejan en las historias más picantes (y generalmente más populares) de este género, y muchas fetichizan la violencia sexual en las relaciones homosexuales. Algunos llegan incluso a cosificar a sus personajes, que muchas veces acaban siendo versiones idealizadas de atractivos hombres homosexuales que luchan contra una atracción irresistible.
Entonces, ¿por qué la mayoría de los creadores y consumidores de BL son mujeres heterosexuales? Las razones más fundamentales se pueden resumir a través de los testimonios de expertos involucrados con el BL latinoamericano. Individuos como Alix Pérez, periodista especializada en la cultura pop coreana, quien tropezó con el género cuando su fandom por el grupo británico One Direction comenzó a cruzarse con temas BL, especulando sobre las relaciones homosexuales entre miembros del grupo que formaban parte del “ headcanon” de su ejército de seguidores.
Pérez se convirtió en un ávido consumidor de mangas, webcomics y series BL. Según ella, la predilección de las chicas hetero por este tipo de historias surge un poco “del ego” de las propias lectoras.
“Creo que la gente dice ‘no, no quiero que [el personaje] sea feliz con una persona heterosexual de mi género, es mejor que seas feliz con tu amigo’. Literalmente cualquier base para un fanfiction es ese anhelo de una relación que le gustaría a una mujer con un hombre con ciertas características”, dice Pérez. “Me parece interesante ver a un hombre fuera de los cánones de masculinidad”.
Para el editor de webcomic Maro Weber, algunas de las razones que dan los fans “sugieren que a las mujeres les gusta observar un romance sin los típicos estereotipos de género, mientras que otras sugieren que ven a las mujeres como competencia en un romance heterosexual”.
“En los romances heterosexuales suele haber un joven atractivo y una joven hermosa”, explica. “En el BL hay dos jóvenes atractivos. En el caso de una mujer heterosexual, es más probable que encuentre atractivo a uno de los dos jóvenes de un BL. Además, [al lector] le resulta más fácil comprender lo que un personaje encuentra atractivo en el otro, lo que evita que el romance se perciba como forzado y permite una mejor comprensión de la química entre ellos”.
Otros expertos como Fernando Ávalos, periodista mexicano de Kmagazine, creen que la popularidad del BL se debe a que “sigue siendo un tema novedoso, ya que explotó alrededor de 2020 y, por lo tanto, todavía tiene muchas áreas por explorar en comparación con otras ramas del romance que alcanzaron su punto máximo de popularidad hace varios años”.
Una artista que ha disfrutado de la creciente popularidad del género es Pía Prado, creadora de “Triple Nacional”, exitosa serie WebToon con edición impresa a través de Planeta Cómic. Como creador, Prado interpreta la popularidad de BL entre sus lectoras jóvenes como una respuesta a tendencias represivas.
“La represión es algo que comúnmente sufren las mujeres y las minorías, especialmente en el ámbito romántico y sexual, ligado también a los roles de género que se deben cumplir”, afirma. “Esa represión inconsciente e interna puede evolucionar hacia la búsqueda de consumir historias ficticias que provoquen emociones más fuertes para liberar esa represión”.
Prado tuvo su primer contacto con BL a los 12 años, mientras buscaba fan art de la popular serie “Naruto” en Internet.
“No recuerdo muy bien mi reacción, pero a partir de ahí comencé a entender de qué se trataba y que había muchas chicas adheridas al género”, afirma. “Alrededor de los 15 años vi ‘Loveless’, un anime BL y me convertí en un gran admirador del género. Me encantaba dibujar fanart y compartirlo con la muy activa comunidad de Internet… se convirtió en mi género favorito para leer y contar historias”.
Como creadora de BL, Prado encuentra formas de sortear los problemas que implica representar un tipo de relación romántica que de otro modo le resultaría ajena.
“En todas mis historias escribo en un universo donde ‘salir del armario’ no existe o la orientación sexual de una persona no es un tema de conversación”, explica. “Así que podríamos decir que, de hecho, está muy lejos de lo que es ser homosexual en la vida real… nunca ha sido mi objetivo hacer representaciones reales de lo que es ser LGBT en el mundo real”.
La decisión de Prado está relacionada con una dolorosa experiencia que la propia creadora vivió en torno a esta situación, una que desearía que nadie, ni siquiera sus propios personajes, tuvieran que irse. “Mi enfoque es poner sobre la mesa más conflictos globales que todo tipo de personas puedan experimentar más allá de su orientación sexual. Este tipo de conflictos son los que impulsan la historia”.
Pía Prado enseña su trabajo en una convención (fotos cortesía de Pía Prado).
Si bien algunos creadores de BL pueden evitar cuestiones de estigma, otros continúan presentando temas de violencia sexual o relaciones sexuales no consensuales (llamadas “no estafas” por los fanáticos). La explicación de Ávalos sobre esto arroja luz sobre cuestiones mucho más profundas.
“Por el lado de las mujeres que escriben BL, según ONU Mujeres, alrededor del 75% de las mujeres en Asia han sido víctimas de algún tipo de acoso sexual”, afirma Ávalos. “Por otro lado, basta con un rápido repaso de X para descubrir que es común que las primeras experiencias homosexuales íntimas de los hombres surjan de relaciones con claras diferencias de poder”.
Su teoría es que este tipo de encuentros con marcadas dinámicas de poder primero terminan normalizándose en las comunidades donde ocurren y luego incluso se romantizan. “Al final, como los dos grupos poblacionales que más escriben sobre BL también son grupos vulnerados, es común que esto se refleje en sus escritos”, afirma.
Para Ávalos, esto plantea la pregunta: si este contenido violento es tan desagradable e inquietante, ¿por qué es tan popular?
Dos posibles razones: el contenido es consumido por lectores con menos comprensión sobre situaciones de abuso, y algunos comportamientos violentos dentro de estas historias se presentan de manera que generan empatía con el perpetrador, quien por lo tanto puede ser juzgado con menos dureza.
Sin embargo, hay señales de progreso dentro del mundo “fujoshi”. Según el propio Ávalos, los fans están empezando a demonizar aquellas historias que glorifican este tipo de encuentros violentos entre hombres homosexuales sólo para llamar la atención.
“En los últimos 2-3 años han aumentado las críticas contra las situaciones de violencia sexual en las series, lo que ha provocado que algunas productoras hagan explícito el consentimiento entre personajes o dejen implícito que ambos personajes estaban de acuerdo con la situación”, afirma. Esto implica “que un personaje no rechaza lo que el otro chico le está haciendo y, al contrario, le gusta”.
Pero BL no sólo está evolucionando para alejarse de los clichés fetichistas de violencia sexual entre hombres homosexuales, sino que también puede interpretarse como una respuesta a otros tipos de violencia interna que sufren las mujeres. Según Prado, “desde pequeñas a las mujeres se les enseña que tienen un rol de género que cumplir, y en las historias de hetero romances este rol se reproduce constantemente y se fija como canon de lo que se debe seguir.
“Esto genera mucha violencia interna en el inconsciente de las niñas”, continúa. “El género BL propone algo diferente, donde el rol femenino ya no existe, por lo que no hay un espejo donde mirarse como mujer. El hecho de que una mujer no exista en la historia permite una exploración sexual y romántica que libera muchas posibilidades sin la violencia interna que genera la propia imagen de la mujer. BL permite que exista una relación romántica con un equilibrio de poder menos asimétrico que el que existe en las relaciones heterosexuales ficticias”.
Sebastián Ceniceros, conocido como SweetKingart en las redes sociales, es el autor abiertamente gay del BL “Anomalía Espiritual”. Para él, el hecho de que haya personas ajenas a la comunidad LGBTQ+ creando este tipo de contenidos no es un problema.
“Nosotros nos quejábamos de que no había representación”, afirma. “Ahora nos dan representación y ahora el problema es que el autor no es parte de la comunidad… es como amigo, ¿qué queremos?”
Ceniceros, fanático del anime de acción como “Naruto”, comenzó a producir BL por el simple impulso de ver a dos personajes en una historia como una pareja gay. “Siempre me gustó el género de acción, así que cuando veo el tropo del protagonista y el chico que es su amigo pero también su rival, digo ‘Me gustan los dos, pero como pareja’”.
Ceniceros señala que se esfuerza por lograr una representación más creíble de lo que realmente es una relación entre dos hombres homosexuales en su trabajo.
Ilustraciones de “Anomalía Espiritual” de Sebastián Ceniceros. (Fotos cortesía de Ceniceros)
“Intento que determinadas interacciones sean lo más reales posible”, afirma. “Con mi propia historia trato de basarme en experiencias que he tenido con algunos de mis socios”.
Para Ávalos, la orientación sexual no debería ser una limitación a la hora de escribir ficción, por lo que el creador no ve el BL como una forma de queerbaiting.
“Al final, todos tenemos derecho a intentar ganarnos la vida por cualquier medio posible”, afirma. “Muchas veces, al intentar escribir sobre un tema que no nos resulta tan familiar, nos permite educarnos sobre él y comprender mejor las realidades diferentes a la nuestra. Por lo tanto, incluso podría ser beneficioso para personas ajenas al colectivo escribir BL”.
Esta interpretación es compartida por Prado, quien cree que la motivación para escribir BL proviene de un “deseo inconsciente de exploración sexual y romántica que es mucho más posible en la ficción que en el mundo real”.
En última instancia, BL, como cualquier género, es un arte en constante evolución que refleja las complejidades sociales y sexuales de su audiencia. A medida que continúa ganando popularidad y escrutinio, los creadores están explorando narrativas que equilibran la libertad creativa con la responsabilidad de representar de manera precisa y respetuosa a la comunidad LGBTQ+.
“La ficción y el arte son espacios revolucionarios y liberadores, por lo que es muy perjudicial ponerles limitaciones”, señala Prado. “BL es un género que permite una exploración saludable del inconsciente sobre la represión sexual y romántica que experimentan muchas mujeres y minorías, lo que permite una liberación curativa y muy necesaria”.
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